El ginseng es el energizante por excelencia. Esta planta medicinal no sólo es un producto beneficioso por ser ecológico, sino también por su efecto vigorizante. El ginseng debe tomarse con precaución, en cantidades apropiadas aporta energía y vitalidad pero, en exceso, resulta contraindicado.
El ginseng es natural de Asia, desde hace siglos se usa tradicionalmente como remedio medicinal. Existen algunas variedades, pero las más conocidas son la americano, coreana (también llamado asiático) y siberiana (o eleuterococo).
Los beneficios del ginseng se remontan a 1854, cuando se descubre la llamada "pan aquilón" en la raíz del ginseng. Momento desde el que se demuestran, gracias a cuantiosos estudios, que esta planta concentra gran parte de los nutrientes necesarios para el organismo...
- Ácidos orgánicos
- Carbohidratos
- Aminoácidos
- Ciertas vitaminas
- Minerales
- Aceites esenciales
- Fitoestrógenos
- Enzimas
... estas propiedades también estimulan diferentes partes del cuerpo.
- Tono muscular.
- Metabolismo.
- Glándulas endocrinas.
- Sistema nervioso.
- Disminuye el cansancio físico e intelectual.
- Refuerza actividad cerebral: aumenta la capacidad de concentración, memoria libido y agilidad mental.
- Tratar cuadros de fatiga, astenia y estrés.
- Tratar deficiencias del sistema inmunitario.
- Fortalece y tonifica el sistema circulatorio y cardiovascular.
- Acelera la eliminación de toxinas y protege contra las radiaciones que producen cáncer.
- Previnene infartos: disminuye los niveles de colesterol (LDL) y triacilglicéridos (TAG).
- Previene anemias: incrementa la producción de glóbulos rojos.
- Combatir la hipercolesterolemia.
- Controla la hipertensión arterial.
- Controlar la diabetes: disminuye el nivel de azúcar en la sangre.
- Es un poderoso antioxidante que retarda el envejecimiento celular y mejora la elasticidad de la piel.
- Incrementa la potencia sexual.
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