Los biocombustibles

Los combustibles de origen biológico que se obtienen de forma renovable a partir de restos orgánicos son los conocidos biocombustibles. A modo general, estos restos orgánicos provienen del trigo, maíz, semillas oleaginosas, azúcar o de organismos de reciente defunción.

Su energía es considerada positiva gracias a la reducción del volumen de CO2 que llevan a cabo. Absorben el CO2 que se emite a la atmósfera a medida que crecen. Pero los biocombustibles no se emplean al 100% en el sentido de que son generalmente complementados en un 5% y hasta un 10% por otros combustibles. Una mezcla que resulta favorable en tanto en cuanto la energía obtenida reduce los gases de efecto invernadero.

Los biocombustibles al igual que los combustibles fósiles tienen origen biológico, pero los primeros pueden llegar a remplazar en cierta medida a los combustibles fósiles. Acción que acaba resultando necesaria no sólo por que los biocombustibles son favorables para la conservación del medio ambiente sino también por la reducción de costos en su transporte por carretera y en su elaboración dado que no precisan grandes cambios en la tecnología cada cortos periodos de tiempo.

Cualquier sustancia susceptible de ser oxidada puede producir energía, tan sólo se ha de conocer que proceso es el adecuado. Las fuentes de bioenergía varían en función de su uso final, las tecnologías a base de biomasa se emplean para generar electricidad y biocombustibles líquidos para el sector del transporte.