Existen dos pasos esenciales para la eliminación de los ácidos.
En primer lugar:
Averiguar cuáles son las vías de eliminación de ácidos que están bloqueadas y, en consecuencia, planificar la estimulación del órgano u órganos implicados (hígado, riñón, pulmones...).
- Los pulmones: es altamente recomendable mantener una buena oxigenación a base de ejercicios respiratorias y por medio de paseos al aire libre. Se desaconsejan ejercicios físicos violentos.
- Los riñones: es aconsejable colocar compresas de jengibre sobre la zona de los riñones y establecer una rutina de X días a la semana de baños hipertérmicos aplicados a todo el cuerpo.
- La piel: resultan muy beneficiosos las saunas, baños de vapor y baños hipertérmicos.
En segundo lugar:
Neutralizar los ácidos no eliminados.
Seguir las siguientes pautas:
- Planificar una dieta alcalinizante rica en verduras y algas, y cuidar que sea pobre en azúcar, carnes y grasas.
- Emplear complementos remineralizantes como las algas en polvo.
- Utilizar alcalinizantes potentes como la ume y la umeboshi (variedad japonesa de la ciruela), siempre que la condición de la persona lo tolere.
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